Fundacion Binacional Mexico-Estados Unidos para la Salud y el Ambiente

Abstract

En 1993, hace 25 años, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte/North America Free Trade Agreement (TLCAN/NAFTA) entre México, Estados Unidos y Canadá, estaba firmado y listo para comenzar el 1º de enero de 1994. La duración establecida fue de 15 años. Después de que se venciera, el 31 de diciembre del 2008, el TLCAN no fue renegociado y los entendidos comerciales siguieron tal cual se habían establecido. En el año 2017, el presidente de los Estados Unidos (EEUU) Donald Trump decidió actuar sobre el acuerdo para renegociarlo o cancelarlo si los países firmantes no se avenían a sus condiciones. Después de casi 2 años de renegociación los EEUU obtuvieron lo que querían de México y están trabajando con Canadá. Sin embargo, cuando en la década de los noventas del pasado siglo se negoció el TLCAN, por la constante presión de diferentes representantes de la sociedad civil mexicano-estadounidense y por condición del recién electo Presidente de los Estados Unidos William Clinton, se incluyó de última hora un anexo que se llamó Acuerdos Paralelos (Bilateral Agreements). Este anexo incorporó al TLCAN/NAFTA diferentes aspectos laborales y ambientales. Sin embargo, con la reciente renegociación del TLCAN el tema ambiental no fue tomado en cuenta, mientras que en los asuntos laborales algunas disposiciones sobre los derechos de los trabajadores mexicanos, que se incluyeron al principio del Tratado pero no se cumplieron, tendrán que implementarse. La problemática medioambiental de hoy no sólo no es como la de 1993, sino que en múltiples asuntos y en varias regiones fronterizas se ha agravado. Además, para desmejorar la situación, la construcción del muro fronterizo por el gobierno americano, que está en marcha, garantiza el advenimiento de nuevas tribulaciones para la biodiversidad de los ecosistemas compartidos y de los habitantes de la zona binacional. A partir de este contexto, se presenta la crónica de una propuesta para el establecimiento de una fundación fronteriza para la salud y el ambiente, que fue promovida en distintas ocasiones por la Asociación Fronteriza México-Estados Unidos de Salud/United States-Mexico Border Health Association en 1982-83 y en 1990-91, cuyos miembros deseaban crear una estrategia altruista en la frontera mexicano-estadounidense para financiar programas binacionales de salud pública y saneamiento, y se muestra el resultado obtenido con este esfuerzo. Se complementa la crónica con una ponencia presentada en el simposio: “Bases para el futuro: la salud de la familia en la frontera México-Estados Unidos”, que originalmente iba a ser el encuentro para el lanzamiento de la fundación para la salud y el ambiente, trabajo que resume el estado ambiental de la frontera México-Estados Unidos en 1993.