Resumen
En el diseño, como en otras disciplinas, el método resulta fundamental como parte de
su corpus teórico y como medio para su configuración. La puesta en marcha del método
se ha identificado desde siempre como un ejercicio activo, como la práctica misma del
diseño, sin embargo, su origen como ejercicio de sistematización lo ha hecho entenderse
en ocasiones como una simple serie de pasos con los que se llega a un producto, la famosa
receta. Esto, de alguna manera, lo aleja de su razón de ser como aparato de pensamiento
y lo hace ver como un trabajo meramente técnico a veces vacío de saberes, conocimientos
y meditaciones. El objetivo de este texto es reflexionar sobre este tema.