La cotidianidad en la ciudad fronteriza: tácticas como detonantes de prácticas urbanas

Abstract

Las acciones de la vida diaria nos llevan a distintos lugares, a relacionarnos con diferentes personas, a consumir diversos productos. Al retomar a Michel de Certeau (2000), podemos decir que hablar, caminar, comer, comprar son tácticas que nos hacen formar parte de un juego en el que hay un cazador y un cazado. Cada individuo elige la forma en la que quiere participar en el tejido urbano en el que converge con miles de personas y, aparentemente, sin percibirlo se verá obligado a representar un papel. ¿De qué depende ese rol?, ¿es algo tan abstracto como la relación espacio-tiempo? En la ciudad fronteriza, y particularmente en Ciudad Juárez, hay un sinfín de elementos que moldean las prácticas urbanas. Aunque para muchos puedan pasar inadvertidos, son de suma importancia porque determinan la manera en la que interactuamos unos con otros. Tan importantes pueden llegar a ser estos detonantes que en algún momento una táctica como beber fue motivo de disputa. Solo por citar un ejemplo, históricamente en la prohibición del alcohol la bebida jugó un papel importante para la dinámica internacional: mientras en Estados Unidos se prohibían las bebidas embriagantes, en la frontera —del lado mexicano— se aprovechaba esta condición. Así, pues, aunque beber es una necesidad del organismo para poder sobrevivir, esta táctica fue generadora de enriquecedoras prácticas urbanas. Es nuestra intención hacer una breve discusión sobre algunas acciones que detonan las prácticas urbanas y cómo el individuo se ve inmerso en un complejo entramado de relaciones locales-globales, a partir de las decisiones que toma diariamente.