Resumen
Leer y escuchar la voz “prooccidental” se está convirtiendo, cada vez más, en una tarea incómoda. Hasta hace apenas unos años, la cultura de la competencia, el espectáculo y el deporte, cuando la economía acompañaba, eran bienvenidos, como lo era documentar las noticias ajenas (de otros países) con rigor periodístico, así como tomarse en serio los desafíos y los problemas locales.