Indisciplina y diseño, una reflexión sobre el usuario en los procesos de diseño en entornos humanos complejos.

Abstract

La esfera de acción del diseño se ha transformado de manera impresionante en los últimos cien años. Desde la fundación de la Bauhaus en 1919, el diseñador ha pasado de ser un actor con un perfil orientado a la creación de artefactos, a un asesor o administrador de marcas, a un generador de experiencias, y más recientemente, a un actor de cambio social al adentrarse en proyectos relacionados con la sustentabilidad y la innovación social. Dentro de esta perspectiva, un actor fundamental en todo proyecto de diseño es al que denominamos: el usuario. Ante los cambios en los alcances del diseño, los procesos y métodos, el usuario se ha transformado en un aspecto primordial de todo proyecto, pero también en un elemento ambiguo en cuanto a su participación en el mismo. En los últimos cincuenta años, éste ha pasado de ser una figura pasiva y receptora de los productos creados por los diseñadores, a una figura activa que tiene una participación directa en el análisis del problema, la toma de decisiones e incluso, el desarrollo de la propuesta. Sin embargo, los acercamientos, los métodos y la perspectiva del usuario, se entremezclan de diversas maneras generando un buen número de aproximaciones que conforman matices sobre la manera en que los diseñadores deberían de relacionarse con los usuarios, especialmente ante problemas complejos. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿Qué diferencias pueden observarse en cuanto a la participación del usuario en los diversos procesos de diseño? ¿Cómo podemos identificar el nivel de participación del usuario según un proyecto determinado, en particular aquellos que se entienden como complejos? Y ¿Qué implicaciones tiene lo anterior en la formación de diseñadores? Lo anterior hace necesaria la reflexión y discusión sobre la relación entre los métodos, el usuario y la formación de diseñadores en la actualidad.