La utilización de herramientas tecnológicas en el diagnóstico del patrimonio construido como medio para un análisis espacial arquitectónico

Abstract

Si entendemos que para el ejercicio de conservar significa mantener vivo algo o bien cuidar de su permanencia en tanto que restaurar es una acción tendiente a recuperar o volver a adquirir lo que antes se tenía o poner en servicio lo que ya era inservible, en ambos, el sentido es la prolongación de la vida. Para el caso de la acción de conservar, las acciones son muy amplias y pueden ir de la elaboración de un plan o proyecto de inversión para un centro histórico, hasta el hecho de dibujar y documentar los bienes que podrían desaparecer en alguna excavación arqueológica. Dichas labores se efectúan con la idea de preservar la vida de un inmueble, pero no lo intervienen directamente para recuperar características perdidas como sería el caso de la restauración, donde se restaura lo dañado incluso lo perdido. Ambas acciones van encaminadas, a ampliar la vida de los edificios considerados como patrimonio. El primer problema que nos enfrentamos a la hora de ejercer es definir que es patrimonio y que no lo es. En otras palabras, que conservamos y que no conservamos. Esta respuesta actualmente está en un intenso debate que va desde la arquitectura monumental hasta la arquitectura vernácula o de contexto, dicha redefinición afecta tanto a la investigación como a la valoración, gestión y por supuesto a la conservación-restauración. Es precisamente en este punto donde las nuevas herramientas tecnológicas se han convertido en material esencial para el diagnóstico arquitectónico que busca la conservación-restauración de los bienes inmuebles, pero además significan el medio para la definición del valor patrimonial o no, de cada uno de los ejemplos que se pretendan integrar a un proceso de protección evitando o reduciendo el riesgo de pérdida ya sea total o parcial. El uso de las nuevas tecnologías, amplían la posibilidad de conservación de los bienes inmuebles patrimoniales en un sentido más amplio, ya que no solamente son los materiales y sistemas constructivos lo únicos elementos a “medir” o diagnosticar para su posterior intervención como lo veremos en el desarrollo del presente documento.