Resumen
A mediados del siglo pasado Ulrich Beck nos advertía en su “sociedad del riesgo” que vivimos en una “aldea” global, inter e hiperconectada, una sociedad, en definitiva, caracterizada por las ame-nazas globales -como la derivada de la crisis sanitaria que padecimos los últimos tres años-. En efecto, vivimos en un mundo de creciente complejidad, movilidad e incertidumbre en el que la globalización se nos presenta como un proceso irreversible, que ha tenido tanto efectos positivos como negativos sobre la vida de cientos de millones de seres humanos.