Ishira: mujer, madre, indígena, lesbiana y migrante

Abstract

Buscó analizar las circunstancias en las que mujeres oriundas de Centroamérica emprenden el proceso migratorio por factores relacionados conflictos constantes entre pandillas y células del narcotráfico, las prácticas de las instancias gubernamentales y la corrupción otras muchas modalidades de violencia que atraviesan a la estructura social en los países latinoamericanos. Ishira es una mujer guatemalteca, maya, quien, desde su ser lesbiana, su diferencia cultural y los órdenes políticos, económicos y sociales que la violentan decidió migrar de su país, en sus propias palabras “salir para buscar la vida”. Junto con su hija se enfrentaron a la calamidad del viaje por el territorio desmembrado de México. Esperando en el albergue, donde se realiza el encuentro en la frontera norte de México, refleja el optimismo de que su caso sea llevado en los tribunales de los Estados Unidos y la esperanza se abra para conquistar el derecho a una vida más libre, desde su cuerpo, su historia, su constante supervivencia, para dar sentido a todo lo que ella representa, y, sobre todo, por los sueños que lleva cargando. Su historia de vida se enmarca en el evento histórico coyuntural de la pandemia de salud en este inicio de la segunda década del siglo XXI. Desde ahí, adoptando un enfoque de violencia estructural, este artículo explora cómo las primeras condiciones afectaron la vida de los sobrevivientes de violencia sexual y de género de migrantes forzados. Al presentar un marco analítico que combina el abandono violento, la violencia lenta y la incertidumbre violenta, mostramos cómo las formas interactivas de violencia estructural exacerbadas por las condiciones pandémicas intensificaron las desigualdades existentes. La violencia estructural vivida durante la pandemia puede conceptualizarse como parte del continuo de violencia contra las personas migrantes forzadas, que genera daños de género y multidimensionales.