Resumen
Los controles de regularidad constitucional y convencional son elementos nodales en la estructura de una sociedad democrática contemporánea; sin embargo, desde sus orígenes, la revisión judicial de la constitucionalidad ha encontrado severas objeciones por parte de quienes reprochan su carácter antimayoritario. Esas objeciones ahora se extrapolan a los tribunales internacionales revisores de la adecuación de normas y actos internos con la convencionalidad. Ante ello, los tribunales constitucionales, las cortes supremas internas y los tribunales internacionales tienen que encontrar vías para obtener su legitimidad social y política. La argumentación y el diálogo interjurisdiccional se plantean como vías para paliar dichas objeciones.