Elmer Mendoza, hacia una estética de la violencia
Resumen
Élmer Mendoza (1949) es considerado como uno de los principales exponentes, si no es que el “creador”, de la llamada “narcoliteratura” , de acuerdo con el estudioso de las “literaturas del norte”, “fronteriza”, “transfronteriza” y del “desierto”, Federico Campbell (1941-2014). Su ya larga producción literaria con 13 novelas, comenzando con Un asesino solitario (1999), incluyendo la más reciente Ella entró por la ventana del baño ( 2021); con 7 libros de cuentos, 5 obras de teatro, y los premios Nacional de Literatura José Fuentes Mares, otorgado a El amante de Janis Joplin (2002), el Tusquets de novela por Balas de plata (2007), así como finalista del reconocido premio internacional Dashiell Hammett por Efecto tequila (2005), está ahí para demostrar la solidez de una literatura que ha podido colocarse en el gusto y el interés de los lectores contemporáneos. De sí mismo, se ha referido a muchos aspectos interesantes que tienen que ver con los procesos de elaboración de dicha obra; el sentido que para él tiene este género literario, varias veces referido como “novela negra”, y de los aspectos de proyección social que asume puede tener. La relación entre literatura, verdad, poder, crimen o muerte, así como el “compromiso social” del género, tienen en su obra una peculiar fisonomía, con lo que pareciera asumir posiciones un poco divergentes a las que Alfonso Reyes o Jorge Luis Borges sostuvieron alguna vez. Por ejemplo, la verdad ficcional que el género maneja es mucho más compleja que la oficial vertida sobre los acontecimientos. En particular, Mendoza se ha referido a una cierta “estética de la violencia” que se encuentra repartida contemporáneamente por todos los géneros artísticos, siendo por ello un movimiento cultural dominante. A ello nos referiremos brevemente.
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- Capítulo en libro [557]
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