En este artículo analizamos la violencia social reflejada en algunas obras de la autora desde las tres pérdidas enunciadas por
Mbembe en su teoría necropolítica: pérdida de los derechos sobre el cuerpo, pérdida del hogar o del territorio, y pérdida del
estatus político o de la condición de ciudadanía. Encontramos que las diversas aristas de la violencia social plantean una necesaria reflexión al respecto, pero sobre todo una responsabilidad ética del lector o receptor de teatro que necesariamente se constituye como ciudadano.