Resumen
En el artículo se explora la idea de que las demandas y la garantía de las libertades básicas son incompatibles con un concepto restringido de democracia. Su lucha controvierte, entre otras cuestiones, una concepción estrictamente formal de la democracia que la identifica como una simple regla de la mayoría. Esa compresión reduccionista sofoca los derechos de determinados grupos vulnerables. Bajo ese panorama, las condiciones de desigualdad y violencia en contra de las mujeres no ha encontrado la atención suficiente en las instituciones del estado de Chihuahua, aunadas a las grandes falencias del Estado mexicano en la materia. En ese contexto, el texto también aborda la manera en que el Tribunal Especializado en Violencia de Género pudiera responder a la necesidad de un tratamiento, en sede adjudicativa, aunque sea sólo parcialmente, a estas legítimas exigencias.