Fronteras habitadas por dramaturgas: la fuerza de su rebeldía

Abstract

¿Puede hablar el subalterno?, se pregunta Chakravorty Spivak, proponiendo revisar el discurso occidental que atiende al Yo, mientras la pluralidad de voces, pensamientos y praxis social, se halla en los Otros. Así, al preguntarme ‘quiénes son esas Otras que habitan las fronteras de la dramaturgia’, asumo las lindes no solo como espacio geopolítico que divide regiones, sino como la forma metafórica de todo tipo de intersecciones que las dramaturgas intervienen: estructuras textuales, temáticas atendidas, formas lingüísticas, corporalidades, mentalidades, compromiso político desde las artes por una vida libre de violencia para las mujeres, niñas y adolescentes’. Me acerco al tema desde la propuesta de los estudios feministas –Marcela Lagarde señala que el feminismo no combate nada ni a nadie, es un proyecto social que va tras una cultura de paz, diálogo, equidad e igualdad de género–, y con base en los derechos humanos de las personas. Mi propósito –grosso modo– se encamina a favorecer la mirada crítica con fuerte carga política, a sumar acciones que favorezcan la cultura de equidad, para arribar a la igualdad en todos los órdenes en lo que interactúan las mujeres y/o las corporalidades feminizadas por cuestiones de género.