Hijos ilegítimos en Paso del Norte, siglos XVII y XVIII
Resumen
Los franciscanos participaron en el proceso de colonización que dio impulso al sistema misional de congregación y reducción de los nativos. Para establecer un orden religioso y moral, los religiosos administraron el sacramento de bautizo a los recién nacidos o a los adultos para su conversión, casaron a las parejas que no tenían la bendición eclesiástica y dieron los santos óleos a los moribundos. En Paso del Norte, se conserva el primer libro de bautismos de 1662 a 1689 que se compara a continuación con el de 1750 a 1765. Las fuentes parroquiales presentan limitaciones en razón del sub-registro de datos, pero la información que contienen ayuda a conocer mejor las características de la población. En los registros bautismales aparecen niños calificados de legítimos y otros de ilegítimos. Los frailes les asignaron esa condición por la relación que unía a sus padres: si no estaban casados por la Iglesia, sus vástagos eran todos ilegítimos. Así eran considerados también los niños expósitos o cautivos, cuyos padres no se conocían. La ilegitimidad no era propia de un sector de población específico, como lo revela la diversidad de calidades asignadas a esos bautizados como “ilegítimos”. Paso del Norte fue un asentamiento nodal en la configuración del septentrión novohispano. La apertura de una nueva ruta rumbo al norte de la provincia de Santa Bárbara y la fundación de la gobernación del Nuevo México a finales del siglo XVI, fortaleció la idea de mantener una población de manera permanente que resguardara el vado por el que se atravesaba el Río Grande del Norte. La Corona otorgó así los recursos necesarios para el sostenimiento de la misión cerca de la cual se estableció después un presidio.
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