Memoria del 44o Conggreso de la Ciencia del Suelo

Abstract

En 2017 la CNA señala que en México se tratan 135.7 m3/s de aguas residuales (AR) equivalente al 63% del AR colectada; y se producen unas 856 mil toneladas de biosólidos (BS) por año, considerando 200g de sólido por cada m3 de AR. En Ciudad Juárez se producen 64 t/dia de BS de los 3.7 m3/s de AR tratada. Estos son procesados mediante digestión anaeróbica mesofílica y estabilizados con 4% de cal, cumpliendo con la NOM-004-SEMARNAT-2002. Los BS se pueden aprovechar como abonos orgánicos en lugar de confinarlos o incinerarlos. Con una dosis de 30t/ha se cubren 730ha/año en áreas agrícolas. El objetivo de este estudio fue analizar ventajas y desventajas del uso de BS en el Valle de Juárez durante 20 años. En 1999 la aplicación de BS no afectó la emergencia, ni el establecimiento, ni la calidad de la fibra del algodonero, pero si incremento en 16% el rendimiento. En 2003 la mineralización de nitrógeno con dosis crecientes de BS fue del 20% en el ciclo otoño-invierno. En otro tipo de suelos y el mismo tipo de BS la mineralización fue del 20 al 30%. La proteína cruda de la avena fue mayor con una dosis intermedia de BS, 400Kg de NTK. Corderos pastoreados en avena con BS y AR no presentaron acumulación de metales pesados en músculo, riñón e hígado. En parcelas demostrativas con trigo los BS superaron con 400kg/ha al testigo. En 2014 la producción de algodón no fue diferente con BS y el control, pero se logró un ahorro de $ 3260 en el costo de producción con BS. La conclusión es que los BS tienen grandes ventajas para usarse como abonos orgánicos, pero aplicándolos a las dosis recomendadas y bajo la vigilancia de un comité, para tener un manejo sustentable.